Las principales materias de base o cadenas petroquímicas son las del gas natural, las olefinas ligeras (etileno, propileno y butenos) y la de los aromáticos.
Para obtener estas materias la industria petroquímica utiliza los procedimientos del “cracking” o desdoblamiento de moléculas pesadas en moléculas más ligeras, y el “reformado” o modificación de la estructura molecular del hidrocarburo.
Luego, estas pasan por un proceso dividido en tres simples pasos:
1.Transformar los hidrocarburos vírgenes en productos con una reactividad química más elevada, como por ejemplo el etano, propano, butanos, pentanos, hexanos etc., que son las parafinas que contiene el petróleo, y convertirlos a etileno, propileno, butilenos, butadieno, isopropeno, y a los aromáticos.
2.Incorporar a las olefinas y a los aromáticos obtenidos en la primera etapa otros heteroátomos tales como el cloro, el oxígeno, el nitrógeno, etc., obteniéndose así productos intermedios de segunda generación. En el caso del etileno, que al reaccionar con oxígeno produce acetaldehído y ácido acético.
3.Efectuar en esta etapa las operaciones finales que forman los productos de consumo. Para ello se precisan las formaciones particulares de modo que sus propiedades correspondan a los usos que prevén.
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